I receive lots of newsletters every day that usually go straight to trash; but when I got Virgule’s one about their latest Adele Stein Design Collection I was captured by the name: “The boy in me”… Is there anything more feminine on a woman than a masculine detail on her?

And happily for me I found everything I like in one space: simple lines that become great design.

It made me go back to Design School days – probably lesson number one – when we talked about how a line is made: one dot, another dot, connected by a long thin mark. Good design is a story between two dots. As simple as magical.

So Virgule has only amazing lines and rich raw finishes that together, they tell amazing fashion stories. Both details in the space and the clothes were interesting, well thought and just stunning!

Todos los días recibo boletines en mi correo que borro sin ni siquiera leer; pero cuando me llegó el boletín de Virgule sobre la colección de Adele Stein Design, quedé cautivada por su nombre: “El chico en mí”… acaso hay algo más femenino que una mujer llevando algún detalle masculino?

Y suerte la mía que encontré todo lo que me gusta en un espacio: líneas simples que se convierten en diseño espectacular.

Recordé tiempos en la Escuela de Diseño -tal vez  la primera clase de composición – cuando nos enseñaban cómo se genera una línea: un punto, otro punto, conectados por una marca larga y delgada. Buen diseño es una historia entre dos líneas. Así de simple y así de mágico.   

En Virgule sólo hay líneas increíbles que definen acabados “rudos” y que juntos, cuentan historias de diseño de modas asombrosas. Los detalles tanto en el espacio como en las prendas son interesantes, bien pensados y simplemente imponentes.

 



My mom was so right when she taught me: “Fabiana,  is not about the garment, is about the hanger”.

Mi madre tenía razón cuando me decía: “Fabiana, lo que importa es la percha”